La Virgen de Guadalupe “Estrella de la Nueva Evangelización”.
Su santidad el Papa Juan Pablo II llamó a la Virgen de Guadalupe como Estrella de la Nueva Evangelización. Precisamente esto se debe a que la Santísima Virgen utilizó la cultura de los indígenas mexicanos para su evangelización.
Posterior a la conquista de México, los indígenas entraron en una fuerte depresión y huían a los montes debido a varios factores, entre ellos: la destrucción de sus templos, de sus dioses –aunque equivocados, eran sumamente religiosos- y sumado a todo esto la represión por parte de los miembros de la primera audiencia española a cargo de su presidente Nuño de Guzmán quienes maltrataban a sus mujeres, los vendían como esclavos, le decomisaban sus bienes, los castigaban, incluso llegaban hasta el crimen, hasta se prohibió que los indígenas se acercaran al Obispo.
Cuando Hernán Cortés conquistó Tenochtitlan, vinieron con él cerca de 35 misioneros a iniciar la evangelización, sin embargo debido a toda la represión que los indígenas sufrían por parte de muchos españoles, se resguardaban en los montes y montañas, de tal manera que era sumamente difícil por no decir imposible, la evangelización, principalmente porque no podían creer en un Dios cuyos creyentes eran tan malvados que violaban a sus mujeres e incluso llegaban hasta el crimen. ¿Cómo evangelizar?
Fray Juan de Zumárraga, obispo de México electo por el Rey de España, fue nombrado protector de los indígenas, al conocer en carne propia –porque intentaron asesinarlo con una lanza- el atroz comportamiento de los miembros de la primera audiencia que toleraba tanto crimen y castigo le hace varias cartas al Rey dándole a conocer toda la problemática que sufrían los mexicanos. Todas estas cartas fueron decomisadas por los espías de la primera audiencia que recibieron órdenes de Nuño de Guzmán de incautar todo documento que sea intentado enviar hacia España. Conociendo esto, el obispo redacta una nueva carta como de veintiséis hojas, relatando todo lo que sucedía,y al final de ésta escribió el siguiente párrafo como un ruego a Dios: “Si Dios no provee con remedio de su mano, está el mundo a punto de perderse totalmente”. Para que la carta de referencia llegue a manos del Rey, el obispo la llevó personalmente a Veracruz a un amigo capitán quien la colocó en su buque remolcándola en una boya, de esta forma fue trasladada y llegó a manos del Rey.
El ruego de Fray Juan de Zumárraga a Dios, encontró respuesta y fue cuando el 9 de diciembre de 1531 se aparece al indio Juan Diego –actual Santo- la Santísima Virgen de Guadalupe, se aparece para pedirle la construcción de un templo para ofrecer a su Amado Hijo Nuestro Señor Jesucristo.
Es de todos sabido que cuando Juan Diego acude al obispo para darle el mensaje que le dio la Madre de Dios, le pide una señal para poderle creer, es cuando la Virgen lo hace subir al cerro del Tepeyac para cortar flores que encontró como en un paraíso, las colocó en su tilma y se las llevó de nuevo a su presencia, la Virgen tomó las variadas flores con sus venerables manos y las acomodó de nuevo en la tilma de Juan Diego y le dijo que esa era la señal que le pidió el obispo y que se la llevara. Cuando Juan Diego extiende su tilma ante el obispo para dejar caer las flores, en ese instante, se imprime la Santa Imagen de la Virgen de Guadalupe.
A todo esto se le llama “El Acontecimiento Guadalupano”. A partir de este momento, los indígenas bajaban de los cerros y montes por miles y pedían los santos sacramentos, de tal manera que durante el transcurso de 7 años se convirtieron al catolicismo cerca de ocho millones de indígenas. Por todo esto a la Virgen de Guadalupe, se le llama “La Estrella de la Nueva Evangelización”.
¿Qué es entonces lo que hizo que los indígenas se evangelizaran?, inclusive lloraban por ser los primeros en ser bautizados, -según escritos de Fray Juan de Zumárraga-, solamente él en el transcurso de un año bautizó a cerca de quinientas mil personas. Fue precisamente Juan Diego y la Sagrada Imagen los que transmitieron el mensaje: “No tengas miedo, ¿no estoy yo aquí que tengo el honor y la dicha de ser tu madre? La Imagen de la Virgen de Guadalupe es todo un códice que los indígenas pudieron interpretar como la madre del verdadero Dios por quien se vive, como Ella misma le mencionó a Juan Diego. La Imagen está llena de mensajes, en las nubes, en las estrellas, en los rayos, en el vestido, en su mirada de ternura, en sus ojos. Pero es importante mencionar que Ella se aparece para presentar a su Hijo Nuestro Señor Jesucristo que por primera vez trae a América en su vientre, precisamente señalando ese lugar se distingue con toda claridad en su vestido, la única flor de cuatro pétalos que los indígenas le llamaban “NahuIOllin” que representaba a su dios sol, por tanto se dieron cuenta que el verdadero Dios lo traía la Santa Virgen en su vientre.
Por lo tanto, la Virgen Santa María de Guadalupe es “Cristo céntrica” por traer a Jesucristo en su vientre como una Inmaculada Concepción. Cuando se le aparece a Juan Diego por primera vez le dice: “Yo soy en verdad la perfecta Virgen Santa María, que tengo el honor y la dicha de ser Madre del verdaderísimo Dios por quien se vive” y cuando se le presenta a su tío Juan Bernardino para sanarlo pues estaba gravemente enfermo, le dice: “Que se le nombrara La Perfecta Virgen Santa María de Guadalupe”, entonces fue Ella quien se puso el nombre, nadie más, no utilizó un nombre náhuatl porque su verdadero nombre lo dijo con toda claridad.
La Imagen de la Virgen de Guadalupe continúa evangelizando, no solamente se encuentra en América, sino en todo el mundo, sigue conquistando corazones, pero es claro que Ella al que quiere presentar es a su Amado Hijo Nuestro Señor Jesucristo.
C.P. Fernando Ojeda Llanes, M.F.
Representante en Mérida del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.
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