La Catedral de los Caballeros, en Antigua, Guatemala, donde yacen los conquistadores Bernal Díaz del Castillo y Pedro de Alvarado
Lunes, 5 de junio de 2017 – Edición impresa
En estos momentos que escribo este artículo, me encuentro en una de las ciudades más hermosas de Centro América: Antigua, Guatemala, invitado por los Caballeros de Colón a un Congreso Guadalupano en donde impartí conferencias sobre la Virgen de Guadalupe, compartiendo el programa con mis amigos y compañeros del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos: Monseñor Eduardo Chávez, postulador de la Canonización de San Juan Diego y Laura Castillo, experta en arte y pintura.
Fueron cinco diferentes conferencias para diferentes grupos de personas de Guatemala y sus alrededores.
Ésta es una hermosa ciudad colonial que conserva sus estilos de arquitectura del pasado con colores variados y mucho arte, fue la principal ciudad de Guatemala luego de haber sido trasladada del llamado Valle de Almolonga donde fue destruida por torrentes de agua que descendieron del llamado Volcán de Agua. Fue reubicada en forma posterior en otro lugar.
En el año 1773 fue destruida de nuevo por los llamados terremotos de Santa Marta y trasladada al ahora llamado Valle de la Ermita, lugar donde me encuentro, rodeado de volcanes, montañas y hermosa y verde vegetación. La Antigua Guatemala nunca perdió su importancia, ni mucho menos su belleza, sus pobladores, personas luchadoras se negaron a trasladarse a otro lugar llamado La Ciudad de Guatemala. La ciudad quedó prácticamente en ruinas conservando algunos antiguos edificios y reconstruyendo otros. Uno de los más impresionantes y bellos es el de la Catedral llamada anteriormente como la de los Caballeros, reconstruyeron toda la nave de adelante, pero pueden admirarse las enormes columnas y terrazas que representan las ruinas de su antigua belleza.
Precisamente en los bellos patios de esta catedral se encuentran enterrados los cuerpos de dos grandes personajes de la Conquista: Bernal Díaz del Castillo, quien escribió la Historia de la Conquista de la Nueva España, y Pedro de Alvarado, amigo de Hernán Cortés y fundador de Guatemala, originalmente llamada La Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala.
La historia de Guatemala es interesante, los españoles al descubrir este hermoso territorio tan fértil y hermoso lo comenzaron a poblar en el año 1524 siendo posteriormente fundada como ciudad en el año 1543 como Capital del Reino, siendo por tanto una de las ciudades más importantes de América, motivo por el cual fue el domicilio de grandes artistas, pintores, escultores con su vestimenta de lo mejor de aquellas épocas. Las obras de arte y esculturas se encuentran en los diferentes edificios actuales, las iglesias tienen hermosos retablos e imágenes de vírgenes y santos de gran calidad artística. Uno se puede pasar días enteros visitando estos lugares y admirando obras de arte. Su clima es templado y con lluvias en temporada.
Antigua, Guatemala, en julio de 1965 fue declarada “Ciudad Monumento de América” por la Octava Asamblea General del Instituto Panamericano de Geografía e Historia y en noviembre de 1979 la Unesco la declara “Patrimonio Cultural y Natural”. Sus calles empedradas, parques coloniales, edificios históricos y ecología, reciben la visita de turistas de diferentes partes del mundo.
Con respecto a su gente puedo mencionar que durante los días que hemos convivido con nuestros anfitriones demostraron gran calidez humana, proporcionando muestras de fraternal cariño y atenciones inigualables; la vida familiar es extraordinaria, las familias se turnaban para recibirnos en sus hogares donde preparaban ellos mismos los acostumbrados tres alimentos del día, fuimos hospedados en una enorme, bella y antigua casa familiar y gozamos de todas las comodidades, atenciones y confianza de sus propietarios, no tengo más que agradecer las atenciones de su bella gente con las que hemos formado una gran familia de amistad y convivencia.
La devoción de la gente por la Virgen de Guadalupe es extraordinaria, nuestras pláticas fueron acogidas con ternura, emoción y lágrimas. La última se realizó en un enorme terreno a la intemperie en donde asistieron cerca de 3,500 personas que se mocionaron, cantaron, gritaron y lloraron por la Virgen de Guadalupe.
En este viaje me anticipé tres días para visitar archivos y bibliotecas y realizar investigaciones históricas sobre la Virgen de Guadalupe, fue grande mi sorpresa en encontrar documentos desde el año 1535 con un enorme acervo de datos relevantes, tuve la oportunidad de conocer docenas de imágenes de la Virgen de comprobada antigüedad, mis descubrimientos son asombrosos, después de estudiarlos darán lugar a la publicación de nuevos libros al respecto.
Este pueblo de Antigua, Guatemala, a pesar de todo lo que ha vivido con inundaciones y temblores, su enorme fe a Dios y a su Santísima Madre la Virgen de Guadalupe los ha hecho salir adelante; su actual juventud es atenta y caballerosa, su enorme amor lo demuestra.
Representante en Mérida del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.