12 diciembre, 2018, 3:00 am

FERNANDO OJEDA LLANES (*)

Después de que la Virgen de Guadalupe se apareciera tres veces a Juan Diego, en un día como hoy, pero en el año 1531 —hace 487 años—, en su cuarta Aparición le dice que suba al cerro del Tepeyac en donde encontrará flores, que las corte y traiga de nuevo a su presencia.

Juan Diego sabía que no había flores en el cerro, sin embargo siendo que la Madre de Dios le indicaba ir por flores, subió a cumplir sus deseos. Al llegar, con sorpresa, se encontró con un precioso jardín lleno de variadas flores, cortó las que alcanzaban en el hueco de su tilma y dice el Nican Mopohua: “Y en seguida vino a bajar, vino a traerle a la Niña Celestial las diferentes flores que había ido a cortar, y cuando las vio, con sus venerables manos las tomó: luego las puso de nuevo en el hueco de la tilma de Juan Diego, y le dijo: ‘Hijo mío, el más pequeño, estas diversas flores son la prueba, la señal que llevarás al obispo; de mi parte le dirás que vea en ellas mi deseo y que ello realice mi querer, mi voluntad; y tú, tú que eres mi mensajero, en ti absolutamente se deposita la confianza’”. Cuando Juan Diego llega a casa del obispo, al ser recibido dice el Nican Mopohua: “Y luego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco estaban las flores. Y al caer al suelo todas las variadas flores, luego allí en su tilma se convirtió en señal, se apareció de repente la Amada Imagen de la Perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura en que ahora está, en donde ahora es conservada en su amada casita, en su sagrada casita en el Tepeyácac, que se llama Guadalupe”. Hasta ahora llevo veintiocho años haciendo investigaciones sobre el Acontecimiento Guadalupano, siempre me llamó la atención por qué la Virgen envió flores y luego menciona el Nican Mopohua que al extender la tilma y caer las flores se convirtió en señal la Amada Imagen. Estudios de peritos y científicos han demostrado que las flores son las que impregnaron sus colores en la imagen, por lo tanto se fusionaron tanto las flores como la imagen en una sola señal, todo esto me mantenía alerta y no llegaba a concluir con algo que me permitiera saber con certeza ¿por qué flores? ¿Por qué no se presentó en persona ante el obispo?

La respuesta la tuve al estudiar la Sábana Santa de Turín, donde el científico botánico de Israel Dr. Avinoam Danin descubrió que había flores impresas en la Sábana alrededor de todo el cuerpo de Cristo y una especie de éstas, denominadas “Anthemis bormmuelleri”, que sólamente florecen en Israel en los meses de marzo y abril, se encontraban sin ramas ni hojas, la pura flor, formando una corona alrededor de la cabeza de Cristo.

Cuando preguntaron a Danin por qué había flores impresas, dijo con fundamento que era costumbre judía que si algún objeto del difunto se manchaba con su sangre en el momento de su muerte, debe ser sepultado junto con su cuerpo y que era lógico que a Cristo le pusieron flores que bajo la cruz fueron manchadas con su sangre y las tuvieron que colocar en su sepulcro y muchas de ellas alrededor de su cuerpo al ser cubierto con la Sábana y son las que se imprimieron.

Al fin tuve una respuesta a mis interrogantes y concluí con la siguiente hipótesis: “¿Quién con tanto amor, deshojó y quitó ramas a las flores y las puso alrededor de la cabeza de Cristo con tanta ternura y cariño formando una corona, en vez de la que le colocaron de espinas? —ustedes también tendrán la respuesta—, Tuvo que haber sido su amada Madre María.

Entonces mi conclusión es: La Virgen de Guadalupe pidió a Juan Diego que corte flores y las lleve a su presencia, no le dijo que las lleve directo al obispo porque como dice el Nican Mopohua: “las toma con sus venerables manos y las coloca de nuevo en la tilma”, las mismas sagradas manos que tomaron las flores manchadas de sangre de su hijo y que en su sepulcro, puso alrededor de su cabeza formando una corona y estas flores tocadas por Ella que presentó Juan Diego en su tilma, como dice el Nican Mopohua “se convirtió en señal”; esto para mí significa que la Imagen de la Virgen de Guadalupe representa a la Sagrada Eucaristía, porque en su vientre tiene el cuerpo de Cristo y en toda su imagen las flores que representan su sangre ¡ésta es la señal! ¡LA SAGRADA EUCARISTIA!

La analogía perfecta entre la Imagen de la Virgen de Guadalupe y la Sábana Santa de Turín. Ésta mi hipótesis la presenté ante teólogos, sacerdotes, obispos y cardenales en mi conferencia en la Academia Pontificia Mariana Internacional en Roma, fue fervientemente escuchada y estruendosamente aplaudida, al final recibí afectuosas felicitaciones, por lo tanto fue aceptada.

Representante en Mérida del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos