24 septiembre, 2018, 3:00 am

 

Fernando Ojeda Llanes (*)

Un extraordinario congreso mariano organizado por la Pontificia Academia Mariana International en Roma ha finalizado. Dio inicio con el tema “Apariciones y mariofanía”, a cargo de Salvatore M. Perella, O.S.M., presidente de la Asociación Mariológica Italiana.

El tema, excelente, y el público participante de obispos, sacerdotes, religiosas y laicos, muy interesados al escuchar una gran lista de apariciones marianas.

Toda la semana pasada se tocaron temas sobre la Sagrada Escritura, historia de las apariciones, espiritualidad, teología de las apariciones, la aparición de Fátima, y filosofía y ciencia.

El tema de las apariciones de Fátima y los secretos estuvo a cargo del padre Carlos Cabecinhas, rector del Santuario de Nuestra Señora de Fátima, quien con su sencillez y excelente exposición nos hizo extraordinario relato de las apariciones y la fortaleza sobre el rezo del rosario, según las palabras de la Virgen.

Nuestro gozo fue intenso cuando el viernes le tocó turno a la Virgen de Guadalupe, a cargo de monseñor Eduardo Chávez Sánchez, director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos de México, quien tuvo a su cargo la historia y la inculturación. El público quedó cautivado con la presentación extraordinaria de monseñor Chávez, conocido por muchos de mis paisanos yucatecos, pues nos ha visitado muchas veces.

Escuchar a monseñor con su pasión exclamar con énfasis los diálogos que tuvo la Virgen de Guadalupe con Juan Diego es cautivante, sobre todo cuanto toca el tema de la inculturación que, según sus palabras, consistió en que la Virgen tomó lo bueno de la cultura y lo llevó al corazón de los indígenas, lo que hizo que haya una conversión de más de 9 millones de mexicas en siete años después de las apariciones.

Hizo hincapié en que el documento histórico Nican Mopohua no fue el primero en hacer llegar el conocimiento de las apariciones a los indígenas, sino que lo fue la presencia de la imagen y los relatos orales de Juan Diego a todo el pueblo.

Toda la semana pasada, de lunes a viernes, fue una primera parte muy amplia considerada como un curso. El sábado 22 se realizó un pequeño congreso de todo un día con la participación de ilustres expositores especialistas en la Sábana Santa, ya que el tema del evento fue precisamente el de las dos reliquias no hechas por mano humana: la Virgen de Guadalupe y la Sábana Santa. El primer turno fue para el doctor Pablo di Lázaro, nada menos que doctor en Física y directivo del Instituto Internacional de Sindología, quien nos mantuvo atentos a cada uno de los interesantes detalles que pueden observarse en la síndone. Hizo la comparación de varios estudios realizados de cómo pudo haberse impreso el cuerpo en la síndone, la conclusión es que fue una especia de flashazo de segundos que imprimió la imagen. Él mismo realizó experimentos con electricidad con un procedimiento llamado de corona.

Después de presentar todo lo que se ha realizado al respecto, uno mismo saca la conclusión que tuvo que haber sido la radiación inmediata del calor producido por la resurrección.

Me llegó el turno para hablar de la Virgen de Guadalupe y las analogías que tiene con la Sábana Santa. Como los que me precedieron solamente hablaron de la parte científica de la Síndone, después de hablar sobre la Virgen de Guadalupe y la ciencia en relación con la estrellas en su manto, los cerros y volcanes en su vestido y la música tomada de las estrellas y de las flores, que por cierto causaron una gran expectación y se pararon a aplaudir, en la segunda parte en que hablé sobre la Sábana Santa tuve que demostrar que el cuerpo impreso en la Síndone es el de Cristo, pues los científicos anteriores no lo mencionaron, de tal forma que demostré con fotografías las heridas sufridas durante su pasión: flagelación, coronación de espinas, crucifixión y cargada de la cruz. Al final dije las diferentes analogías entre las dos imágenes.

La presentación mantuvo al público en constante atención, cuando puse la música en el manto con la orquesta sinfónica la gente lloró y aplaudió acaloradamente, hice entrega de las partituras correspondientes al rector de la Universidad Pontificia, quien me comentó posteriormente que organizaría el concierto respectivo para su estreno en Roma.

Cerró el evento el doctor Gian María Zaccone, director del Centro Internacional de Sindología de Turín.

Para un servidor, el haber impartido esta conferencia en una de las más reconocidas y pontificias universidades del Vaticano fue una enorme bendición.

La Pontificia Academia Mariana International que organizó el evento es una famosa institución que imparte licenciaturas, doctorados y especialidades para sacerdotes o laicos en los temas de espiritualidad, filosofía, teología y otro tipo de asignaturas relacionadas con la Iglesia católica; cuenta con una gran cantidad de salones, laboratorios, centros de reunión, comedores, capillas y un anexo con cerca de 300 habitaciones con todos los servicios. La atención de todas las personas de la organización fue extraordinaria, especialmente la de fray Stefano M. Cecchin, O.F.M., presidente de la Pontificia Academia, quien me atendió personalmente junto con mi acompañante, mi nieto Fernando Ojeda Llaguno. Mi más amplia gratitud.

Representante en Mérida del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Fernandoojeda.com.