Martes, 19 de abril de 2016 – Edición impresa
Fernando Ojeda Llanes (*)
Cuando la virgen de Guadalupe se le aparece a San Juan Diego, le pide que le construya un templo sagrado para ofrecer a su hijo que como Inmaculada Concepción trajo en su vientre y dijo: “…vengo para ofrecerlo a Él que es todo mi amor, mi Salvador”.
Para la cultura de los antiguos indígenas el construir o destruir un templo era construir o destruir una civilización, la santísima virgen utilizó lo bueno de la cultura indígena, por eso la llaman de “inculturación perfecta”.
De acuerdo con esta forma cultural lo que la virgen pedía no fue solamente que le construyan un templo físico, sino toda una “Nueva civilización del amor”, y esto es lo que necesita el mundo entero, que todos comprendamos que lo que hizo Cristo al entregar en la cruz su vida por nosotros fue la más grande muestra de amor y eso es lo que nos pide: ser recíprocos, dar amor.
Se escucha fácil, pero el mundo entero está repleto de odio, rencor, crímenes, atentados, terror, todo esto se replica como en las épocas de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe en relación a las vejaciones y crímenes que vivieron los antiguos mexicanos de manos de los conquistadores.
En viaje que realicé a Polonia pude darme cuenta de que cuando mencionaba las palabras de amor que la virgen de Guadalupe dijo a San Juan Diego, la gente vibraba. La asistencia a la Feria Mundial del libro católico en Varsovia fue una romería, no cabía la gente. Es impresionante cómo participaban familias enteras, quiero decir: Padres, madres, hijos y hasta nietos. Cuando impartí mi conferencia en el repleto y elegante salón del Castillo del Rey y mencioné aquellas palabras y escucharon la celestial música procedente de las estrellas de su manto y flores de su vestido, las reacciones fueron inmediatas.
Toda la gente necesita amor y al percibir lo que la virgen de Guadalupe transmitió a través de San Juan Diego, los llenó de bendiciones, brotaron lágrimas de ternura de los ojos de cada participante de este gran pueblo Polaco que tanto ha sufrido con guerras, invasiones y represiones.
Esta enorme cantidad de gente se desplazó al stand donde me puse a firmar libros en idioma polaco editados por Rossikon Press, que hizo el favor de invitarme a ese hermoso país para transmitir los resultados de mis investigaciones y mensajes de nuestra amada madre santa María de Guadalupe.
El día anterior a esta conferencia me hicieron una entrevista sobre el mismo tema por Radio Varsovia, las llamadas telefónicas no se hicieron esperar, pero la vivencia más sobrecogedora es que al día siguiente cuando firmaba cientos de ejemplares del libro “Los misterios de Guadalupe” que incluyen mis investigaciones; se me acercó una humilde señora polaca acompañada con tres de sus pequeñas hijas y un bebé en brazos, y me dijo lo siguiente: “Le escuché por radio y quise venir a conocer a la imagen de la virgen de Guadalupe y a quien de ella hablaba porque sus palabras me cautivaron el alma, este mi bebé había estado muy enfermo y las altas fiebres que sufría disminuyeron, lo traigo para que lo toque con la imagen de la santísima Virgen”.
Coloqué en el pecho del bebé una medalla de la Virgen de Guadalupe que traía conmigo, la mujer se puso a llorar con mucho amor, dijo: “mi hijo sanará”. Les comparto esta vivencia porque es un pequeño ejemplo de lo que la virgen de Guadalupe puede realizar si tenemos suficientes mensajeros y somos precisamente los laicos los que debemos realizar esta labor porque así se lo dijo la Virgen a Juan Diego. “Tú eres mi mensajero y solamente tú”.
El libro “Los misterios de Guadalupe” cuya presentación fue el principal objetivo de que me invitaran a Polonia es una preciosa edición en papel de alta calidad a todo color y lo han publicado en p0olaco e inglés; en esta feria, los polacos lo adquirían en masa, colas enteras se formaron para acercarse a mí que como uno de los investigadores estuve presente, pero también se contó con la presencia de Grzegorz Gorny y Janusz Rosikon quienes fueron el escritor y fotógrafo, respectivamente, que además son eminentes investigadores polacos de todo lo relacionado con apariciones marianas y reliquias católicas; en la actualidad realizan una investigación sobre la virgen de Fátima.
Por este conducto agradezco a todas estas personas y a la Sra. Graznika, propietaria de esta famosa editorial sus extraordinarias atenciones y el intenso amor que me proporcionaron durante mi estancia en Polonia, gente de gran corazón dedicada a la misión de dar a conocer al mundo la verdad sobre apariciones marianas y con unos altísimos valores humanos y de gran ejemplo católico. Me han invitado a otros países de la Unión Europea, pero este es otro boleto.
*Fernando Ojeda Llanes, representante en Mérida del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos de la Basílica de Guadalupe. [email protected]